viernes, agosto 06, 2004

En la batalla

Es fácil recordar tiempos en los que Dios nos dijo a no a una oración pero a veces olvidamos todos los sí. A veces los si son tan grandes que nunca los olvidamos como las historias de personas a quienes el carro les camino sin gasolina, personas a las que Dios proveyó algo de forma milagrosa etc. Todas tenemos historias de este tipo.

La Biblia cuenta que cuando Dios le da aceite y harina a Elías y la viuda no se los dio en abundancia tal que desde el principio sabían que el aceite nunca iba a acabarse, el milagro fue que el ultimo poquito de aceite nunca se acabo. A veces esperamos que Dios responda nuestras oraciones ganándonos la lotería o algo similar. En la Biblia vemos que Dios le promete a Israel la tierra prometida pero los hebreos tienen que ir y conquistarla. La promesa de Dios es la daré en tu mano, iré delante de ti. Pero no es yo haré todo el trabajo tu siéntate y espera.

¿Por qué Dios lo hace de esta manera? Nadie sabe o al menos yo no lo sé. Dios como padre responsable quiere que aprendamos lecciones pero promete ir delante de nosotros y abrir camino, guardarnos del mal y protegernos. La batalla tiene que pelearse pero no estamos solos. En tiempos de batalla Dios es nuestro protector como lo es en tiempos de paz.

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