jueves, abril 14, 2016

Ya no


La bella Jennifer López le dijo recientemente a la revista W que se dio cuenta muy rápido que su matrimonio o relación con Marc Anthony no iba a funcionar. Leí esto en una artículo en Yahoo y los comentarios mencionaban “y que de los otros 2 matrimonios de ella”, porque fallaron. Aquí no vamos a hablar ni mal ni bien de Jennifer, pero si del comentario. 

Mi mamá decía “es el mismo mono en distinta rama”. Y eso es lo que muchas veces hacemos. Es lo que hacía Lea cada vez que tenía un hijo (la historia de Raquel y Lea, Génesis 29), es esperar un resultado diferente haciendo lo mismo. Cada vez que tenía un hijo Lea decía algo parecido a: mi esposo me va a amar porque le di un hijo. Un buen día al tener su cuarto hijo se dió cuenta que esto no funcionaba, que tenía que cambiar la forma de pensar y se alegró por tener a su hijo y le dio gracias a Dios.  

Lo Mismo

Nosotros somos animales de hábito, hacemos lo mismo casi siempre, cambiar nos cuesta mucho trabajo y reconocer nuestros errores aún más. Nos podemos mudar a otra casa o incluso a otro país y continuamos siendo los mismos, podemos cambiar de trabajo y empezamos a tener problemas parecidos al anterior, nos podemos cambiar de pareja y al principio todo funciona, pero si no cambiamos nosotros podemos llegar a tener los mismos problemas anteriores.

Tengo una amiga que en sus años universitarios compartía casa con amigas o compañeras. Se cambiada de casa con frecuencia y siempre decía que las otras chicas eran las problemáticas. Un día un amigo le dijo “no será que tú o tus expectativas son las problemáticas” Ese día mi amiga reconoció que el problema eran sus expectativas, que ella estaba esperando que las otras personas fueran como ella.  Después de darle el rostro a la realidad se conformó, se adaptó a las otras personas y fue más feliz.

Esto puede pasar en cualquier faceta de nuestra vida, incluyendo el matrimonio. Conozco a alguien quien pasó problemas matrimoniales y quería divorciarse y por eso llegué al video que te incluyo. Mi amiga quería divorciarse porque decía ya no amaba a su esposo y su relación no era feliz, buscó ayuda cristiana porque sabe que esa actitud es problemática. Las personas que le dimos consejería creemos que antes de un divorcio se debe de tratar de resolver problemas emocionales y personales.

Esta persona decía, como muchas otras dicen: que se casó en un momento vulnerable de su vida y que se conformó a casarse con un hombre que no tiene las características que ella buscaba, que él no es como ella quiere que sea. Que ella quiere un hombre cristiano, romántico, que la trate mejor, que sea mejor en la cama, que gane más dinero, que tengan una vida más excitante, más inteligente, etc. Todo eso está bien, pero el problema es que si ella no hace su vida interesante no puede esperar a que alguien más lo haga por ella.  Nadie nos puede hacer felices, nosotros nos hacemos felices.  

Si esperamos que nuestra vida cambie al cambiar de circunstancias, sin que nosotros cambiemos nuestra forma de pensar y por lo tanto de actuar, vamos a experimentar lo mismo que ya tenemos.  No se puede esperar cosechar naranjas cuando sembramos espinacas.     

El siguiente video de una predicadora Argentina te explica porque primero hay resolverse a uno mismo para así poder resolver una situación. El video es para matrimonio pero podemos aplicarlo a otras zonas de nuestra vida. Antes de ir al video hay que recordar que Dios nos guía y cuando lo dejamos al timón, él logra cosas maravillosas en nuestras vidas, pero cuando insistimos en hacer nuestra voluntad logramos menos que lo que Dios tenía para nosotros.