martes, enero 03, 2017

Esperando y viviendo


Acaba de terminar el 2016 y de empezar el 2017. Se dice que cuando un nuevo año comienza debemos de tener metas y objetivos. Se dice que tenemos que planificar el nuevo año. Todo esto tiene sentido porque si no lo planificamos nos ponemos en lo que yo llamo el piloto automático.

Volando sin pilotear

El piloto automático toma las decisiones, el piloto real no tiene que pensar, ni siquiera reaccionar, solo disfruta (o sufre) el vuelo. En la vida también hay piloto automático y este surge cuando no cuestionamos, cuando no sabemos lo que deseamos y dejamos que otros (personas y circunstancias) nos lo dicten.

Poniendo metas

Las metas supuestamente nos ayudan a librarnos del piloto automático y a vivir con intensión. Digo supuestamente porque si las metas son equivocadas, si están basadas en lo que otros esperan de nosotros y no en lo que nosotros también queremos o podemos hacer puede ser problemático.  A veces queremos lo que se nos dice que queramos, una casa, una familia, etc. Pero podría ser que ese no es nuestro sueño. A veces nuestro sueño es tan grande que no nos atrevemos a expresarlo, ni siquiera a concientizarlo, está allí en el inconsciente.   

Adelante con Cristo

Tus metas pueden tener influencia de otros pero al final tú eres quien decide.  Como cristianos nuestras metas y nuestra vida están en manos de Dios, o deben de estarlo. Pero Dios no es un dictador que nos impone lo que tenemos que hacer, nos da mucha libertad para elegir.  La libertad no quiere decir que Dios no nos ayuda, al contrario nos da la libertad para que voluntariamente lo busquemos y junto a él descubramos nuestro camino. 

Si pones metas sin Cristo es como comprar un pasaje en primera clase y viajar en clase económica. Dios sabe lo mejor para ti, no le tengas miedo y pregúntale que debes hacer. Si lo haces es como tomar un atajo a tus sueños, es como tomar el elevador en lugar de la escalera, todo es más fácil y efectivo. Cuéntale a Dios todo lo que quieres y dile que te de dirección, fuerza y sabiduría. Cuéntale todo a Cristo, aun lo que crees que no es cristiano y dejar que sea Cristo quien decida. Cristo no te puede ayudar a ser mejor ladrón pero si a convertirte en estrella de cine.           

Te deseo un maravillo y bendecido año nuevo. Deja que el León de Judá te proteja, él es más poderoso que tú.          

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