jueves, enero 10, 2019

Tres lecciones de vida cristiana en el 2018


Cada vez que un año comienza o termina tendemos a ver para atrás y para adelante, que deseamos hacer y como fue el año anterior. Es impo rtante siempre ver para atrás para así entender mejor que funcionó y que no funcionó. A mí me gusta analizar las lecciones que me enseño la vida, y por supuesto también repasar las bendiciones que siempre sobrepasan las pruebas. Hoy te comparte tres de las lecciones del 2018 para mí.

La vida es un regalo de Dios

Al finales del 2018 un amigo de la infancia murió repentinamente. Era un hombre relativamente joven, sano y con vitalidad. Murió durante una operación de emergencia debido a un tumor cerebral. A veces con las carreras y problemillas de la vida se nos olvida apreciar nuestra vida y recordar que en medio de todo la vida misma es un gran regalo de Dios y hay que vivirla a plenitud cada día sin quejas ni temor y llena de amor.

Leer la Biblia es maravilloso

El año pasado, como compartí antes, leí la Biblia completa de forma cronológica. Siempre he leído la Biblia en orden de libro, pero me encantó leerla de forma cronológica (en el orden en el que ocurrieron los eventos). Aprendí mucho y me sentí muy bendecida con tanto mensaje maravilloso. He leído la Biblia completa en año varias veces y estoy muy agradecida por ello. La Biblia siempre habla de distinta forma y nos enseña algo maravilloso.

Nuestro cuerpo necesita todos los nutrientes

Yo creo que como de forma saludable y le pido a Cristo por mi salud todos los días. Sobre todo como de forma natural evitando alimentos pre elaborados y alimentos que fueron cultivados con químicos dañinos al igual que alimentos procedentes de animales torturados estilo granja USA y Europa (pero las hay en todas partes).  Pero el año pasado me vi en necesidad de tomar muchos minerales, a través de un problema en un diente (el año anterior) Dios me mostró que estaba deficiente en minerales, especialmente en iodo y calcio. Los minerales tardan en dar resultados pero finalmente los vi y me siento muy bien, gracias al Señor.

Uno más

No esperes por el tiempo perfecto

Yo quería abrir un negocio chico y nunca lo hice porque la situación no era perfecta. Creo que no hay tiempo perfecto y deje que el temor me dominara en lugar de la fe. Espero este año actuar con más fe y menos temor.

Leer Disfruta tus dones

¿Y tú que aprendiste el año pasado? Déjame saber en los comentarios.          


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