miércoles, enero 12, 2005

El maremo

El terrible maremoto que ocurrió en Asia nos recuerda que el ser humano es vulnerable, nos hace sentir pequeños ante las fuerzas de la naturaleza. Después de la tragedia algunos periodistas fueron y entrevistaron a lideres de varias religiones entre ellas musulmanes, judíos, hindúes y cristianos.

En el grupo cristiano entrevistaron a un sacerdote. Con una excepción las entrevistas que publicaron hablaban del castigo y la furia de Dios. El Dirigente judío tenia una opinión diferente diciendo que era así como el planeta trabajaba y no se trataba de Dios castigándonos.

Es fácil echarle la culpa a Dios, principalmente porque Dios es tan grande que no se molesta en contradecir a estas personas que algunas veces suenan arrogantes. Lo curioso es que todos los lideres de varias religiones dijeron casi lo mismo. Por lo menos en algo se han puesto de acuerdo.

Dios creó nuestro planeta y el universo de forma tal que no requiere micro-manejarlo, creo sistemas en los cuales Dios no necesita estar manipulando todo el tiempo. Como buen diseñador Dios creó procesos que se auto-mantienen.

Personalmente creo que no es la furia de Dios el castigar personas inocentes de tal forma cuando tantos depravados no son castigados. Sin embargo el destruir el planeta que Dios nos dio, destruyendo el medio ambiente si trae consecuencias y los efectos de un maremoto son agrandados cuando no hay manglares y corales para proteger las costas, además porque la gente vive tan cerca del mar, porque insisten en construir casas en zonas de peligro.

Cuando actuamos en contra de la naturaleza estamos exponiéndonos a las consecuencias. La sobrepoblación y la destrucción de nuestros recursos naturales nos expone al peligro y agranda los efectos de los desastres naturales. Seguramente no hay forma de escapar los desastres naturales pero siguiendo los consejos de quienes saben podemos aprender a protegernos.

Dios nos protege y nos da sabiduría y nos ha dado conocimiento para que tomemos decisiones responsables. Esto aplica a cada área de nuestra vida. Lamentamos tremendamente las muertes en el desastre.

Pero lo que nos sorprende es que las personas vieron que el mar se comporto de forma diferente y en lugar de buscar refugio y huir se fueron a la playa a ver que pasaba y los pescadores a buscar pescado pues el mar se retiro dejando peces en la arena. Llegó la primera ola y arrasó a muchos, la ignorancia prevaleció de nuevo algunas personas regresaron a la playa una vez la primera ola cedió. Nadie sabía como los maremotos actúan y que más olas y más grandes vendrían en pocos minutos.

Lo anterior se entiende y e llama ignorancia. Como Cristianos a veces actuamos igual en actividades cotidianas. Roguemos a Dios por que los sobrevivientes tenga ayuda y paz y que puedan salir adelante y aprendamos todos las lecciones.