Recientemente en un estudio bíblico analizamos como el rey Josafat en un tiempo de gran necesidad busco la ayuda de Dios y encontró salvación. En 2 Crónicas 20 se describe la batalla. El rey Josafat fue informado que la mayoría de los enemigos de su reino (el reino de Judá) se habían aliado y estaban de camino a atacar a Judá.
El rey sabía que el no tenia ejércitos para encarar esta batalla. Josafat estaba acostumbrado a las batallas pero esta guerra era difícil de ganar. Josafat se postró ante Dios pidiendo ayuda y le pidió al pueblo que hiciera lo mismo. Dios le responde y le da instrucciones a través de un profeta.
Las instrucciones son preparase para la batalla e ir a cierto lugar con todo el ejercito, pero Dios le dice (yo parafraseo) “esta es mi batalla”. La Biblia dice que Dios puso emboscadas a los ejércitos enemigos y terminaron peleando unos con otros y se mataron todos. Cuando el ejercito de Josafat llego encontraron que todos los soldados habían muerto y sencillamente tomaron todas las posesiones de estos que eran tantas que tardaron 4 días en recogerlas.
De esta manera regresaron triunfantes al pueblo. Hay varias cosas que me llamaron la atención, una de ellas fue que a pesar que Dios le dice al rey “esta es mi batalla, yo los destruiré por ti” Josafat aun tiene que ir al campo, tiene que llevar al ejercito en otras palabras Josafat tiene que enfrentar al enemigo. Me imagino que el rey y el ejercito están nerviosos porque aunque tiene la promesa de Dios están encaminándose a la batalla.
Yo creo que en la vida muchas veces Dios pelea por nosotros y ni siquiera nos damos cuenta que lo hizo, pero en otras ocasiones nosotros tenemos que pelear la batalla y en otras tenemos que hacer acto de presencia para ver el milagro del señor.
Que Dios te bendiga