martes, septiembre 15, 2009

Viviendo en paz


Hace poco regresó una amiga virtual de su viaje a la India. Este no fue un viaje corto pues ella estuvo en un Ashram (como un convento hindú) en un retiro de tres meses. En su blog ella compartió algo de lo que aprendió. Ella es Budista por lo que no hay conflicto entre este retiro y sus creencias.

Ella posteo un video del swami que fue su maestro. Este hombre tenia muchas cosas buenas que decir, entendido no es cristiano, pero todo lo que dijo parece salido de la Biblia. Su mensaje principal es que la paz y el sentirnos satisfechos no tiene nada que ver con lo exterior sino radica en nuestro interior, en nuestro corazón y mente. Esto es parecido a lo que dijo Cristo “mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da”

A veces buscamos fuera de nosotros lo que llevamos dentro o tenemos que llevar dentro. El sentimiento de satisfacción es algo que el mundo exterior no nos puede dar, pero Cristo nos lo da gratis, solo hay que tomarlo. El yugo de Cristo es más liviano que el del mundo.

En el mundo tenemos que ser exitosos, tener dinero, ser bellos etc. Y hay personas que tienen todo esto y no tienen paz ni satisfacción. Vemos a tantos artistas bellos, ricos y amados que estan en las drogas por querer escapar de su realidad o sentirse mejor. Esto nos demuestra que ni el dinero ni la belleza nos darán la satisfacción que los medios nos hacen creer que dan. No tenemos que comprar nada para estar satisfechos y en paz, no tenemos que adelgazar para tener esto, Cristo nos lo da gratis.

Para alcanzar la paz y la satisfacción necesitamos aceptarnos a nosotros mismos. Si Dios nos ama y nos acepta a través de su hijo porque nosotros no nos vamos a aceptar tal y como somos. Esto no significa que no hay que mejorar, lo que significa es que hay que amarnos a nosotros mismos ahora mismo.

Sin amarnos y aceptarnos no tenemos una autoestima sana. Sin esta nuestros temores nos dominan, nos preocupamos, nos estresamos etc. Si tenemos fe en Cristo podemos descansar en él, aceptarnos como somos y crecer en el señor.

Las personas que no son cristianas tienen que aprender lo anterior de otras formas, nosotros la tenemos más fácil pero hay que practicarlo cada día. La mayoría de nuestros temores son irracionales, nos estresamos pensando en cosas que no suceden o tratando de controlar lo incontrolable como el clima etc. Si descansamos en Cristo tenemos paz.


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