miércoles, enero 09, 2013

Lecciones del 2012

girasol


Te comparto algunas lecciones que aprendí o reaprendí en el año que acaba de terminar. No esperes grandes revelaciones ni nada espectacular en estas lecciones, son cosas que a veces se olvidan y vale el esfuerzo recordarlas. Espero poder escribir con más profundidad sobre algunos de estos tópicos más adelante.

Aceptar es una acción importante en la vida

Aceptar quien eres
Aceptar a otros
Aceptar las situaciones

La aceptación nos lleva a confiar en Dios, a calmarnos y a ver las situaciones de forma más imparcial y practica. 

Lo mejor que se pueda hacer

Aceptar es la base de mi segunda lección: Hacer lo mejor posible con lo que se tiene.
Haz lo mejor posible con lo que tienes, usa lo que Dios te dio y se feliz, Dios abrirá camino.

Si buscamos o esperamos que las cosas mejoren o cambien o si buscamos excusas para no mejorar una situación actual solo estamos posponiendo nuestra felicidad o progreso. No esperes a que algo cambie, trata de ver que puedes hacer ahora mismo con lo que tienes a mano y pide sabiduría a Dios.

La perfección solo es de Dios

No hay iglesia perfecta
No hay ropa perfecta
No hay cuerpo perfecto
No hay pareja perfecta
No hay familia perfecta, no hay amigos perfectos, no hay trabajo perfecto 

Lo que Dios me dio esta bien y podemos tratar de mejorar y desear cosas mejores pero no hay que buscar perfección porque solo Dios es perfecto. 

Disfruta de cada día, de cada momento, de cada lugar. Confía en Dios y trata de hacer lo que tienes que hacer cada día

Toma riesgos calculados

Experimenta con algo nuevo

Pon belleza a tu alrededor.

Yo crecí en un ambiente muy austero, muy practico y me tomó tiempo reconocer que el crear o poner belleza a mí alrededor me ayuda a sentirme mejor. La sencillez no debe de confundirse con la austeridad o el descuido.    

Prioridades

Ten claras prioridades en tu vida y cuando tomes decisiones asegúrate que estan de acuerdo con tus prioridades. Por ejemplo si tu prioridad es tu familia trata de no vivir muy lejos del trabajo para poder pasar más tiempo con ellos.   

Temores

Todos tenemos temores pero si los traemos a la luz de Dios estos se aminoran o desaparecen porque el temor es la falta de confianza en la providencia de nuestro Señor.





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