Yo pensé en los problemas de salud y como a veces solo queremos una pastilla para eliminar el dolor pero no hacemos lo posible por ayudar a nuestro cuerpo a curarse. Hay muchas personas no cristianas que se curan con hierbas o meditación y ejercicio. Siendo nosotros hijos de Dios porque no buscar alternativas y no quedarnos con la esperanza que una pastilla nos sanara.
Al mismo tiempo las batallas no son fáciles en el caso de la diabetes tipo 2 con una dieta súper sana se cura, pero generalmente este tipo de diabetes le da a personas que tienen sobrepeso o que comen mucha azúcar. Por lo tanto habrá que hacer cambios alimenticios duros pero es posible. El cuerpo es el templo del espíritu y por lo tanto habrá que cuidarlo. Hay muchos casos documentados de persona que revierten la diabetes y leyendo el pasaje pensé que hay batallas que tenemos que tomar y para ello requieren que juntemos nuestras tropas es decir prepararnos.
No podemos solo esperar, Dios espera acción de nuestra parte, los milagros suceden cuando nuestras acciones no bastan de lo contrario las acciones son requeridas. Dios cura, pero necesita que nos movamos, yo no he conocido a nadie que adelgazo orando y comiendo churros al mismo tiempo, o saco buenas notas orando y holgazaneando. En fin la preparación para la batalla es vital.